UNA NOCHE DE PERROS Y POCAS PULGAS

Es curioso pensar cómo nuestras vidas agitadas están llenas de injusticias, pero aun así peleamos contra toda aquella maldad que existe entre nuestra sociedad. Mi protagonista no es un ser humano, pero salió afectada por las injusticias de unos pocos hombres, donde en horas de la mañana, la fría calle de la ciudad de Pereira despierta a nuestro amigo peludo de cuatro patas, un solitario sin nombre que vaga por la ciudad, buscando cómo saciar su hambre y seguir con vida, todos aquellos seres vivos que lo rodean lo miran con indiferencia y lo llaman “chanda”
By Pelafo - JP Ruiz  http://500px.com/pelafo
Ese día todo andaba bien, corriendo por las calles mendigando y robando algún bocado para comer, evitando esquivamente a todas aquellas personas que le querían hacer daño. Mientras observaba también a los demás perros como llevaban su vida, una vida arrastrada muy cercana al nivel del pavimento, cayendo la tarde y llegando la noche, su vida se vuelve más increíble a la hora de buscar algún refugio, para esconderse del frio y la lluvia intensa que azotaba la ciudad. 

De repente un chillido canino de un gran perro que estaba cerca de él lo despierta, en un oscuro y agonizante minuto vio dos hombres de traje negro que iban hacia él. En ese instante se sintió amenazado y vio pasar su corta vida por el frente de sus ojos, pero en una decisión de supervivencia e indignación por lo que estos matones hacen con sus amigos, sale corriendo y se aleja de todo mal e inseguridad con los que estos hombres lo asechaban, aplicando que es mejor decir aquí corrió, que aquí murió. Mientras que sus demás amigos llenos de miedo y vacilación amanecieron ahogados, sin vida y esperanza de que los hombres tomen conciencia de la crueldad que hacen.